La depresión es un trastorno anímico observable en niños y adolescentes que según un estudio de 2019 realizado por el Ministerio de Salud, afecta alrededor del 4% de los niños y adolescentes chilenos entre 6 y 17 años.
La depresión en los niños y adolescentes se manifiesta, con frecuencia, de manera diferente que en los adultos. En lugar de sentir tristeza persistente, los jóvenes pueden experimentar síntomas como irritabilidad, cambios en el apetito y en los patrones de sueño, dificultades para concentrarse y una disminución en el rendimiento académico. Además, la depresión en los jóvenes puede estar relacionada con la ansiedad y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de depresión, experiencias traumáticas, estrés crónico, trastornos de ansiedad y problemas de conducta, autoestima y autoimagen.
La depresión no tratada en los jóvenes puede tener consecuencias graves, como el aumento del riesgo de comportamiento suicida. Es importante que los padres, cuidadores y educadores estén atentos a los signos de la depresión en los niños y adolescentes y busquen ayuda profesional si es necesario.
El tratamiento de la depresión en los niños y adolescentes puede incluir terapia medicamentos y cambios en el estilo de vida, como el ejercicio regular y una dieta saludable. También es importante abordar los factores de riesgo subyacentes y proporcionar un ambiente de apoyo para el niño, niña o adolescente.
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